© Fotografía: Miguel Castaño
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La música también se hizo presente. En primer lugar el día 5 por la noche tuvimos ocasión de orar por el sucesor de Pedro en una hermosa vigilia en la iglesia de San Francisco, y un nutrido grupo de jóvenes de diferentes parroquias de la diócesis ayudó a animar aquel momento tan especial de oración.
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El día 6, en la Plaza del Obradoiro tuvo lugar la celebración eucarística presidida por el Santo Padre... y ¿qué decir? aún me emociono al pensar que he tenido la suerte de cantar el evangelio en esa celebración. De vez en cuando veo este vídeo que me envió hace tiempo un buen amigo y recuerdo los nervios que pasé en aquel momento. Pero... mereció la pena!
© Fotografía: Osservatore Romano |
Aquellos días fueron días intensos que dieron fruto abundante. Un grupo de 500 jóvenes voluntarios, los voluntarios del 6N, que con un corazón generoso y con mucho amor al Papa hicieron todo lo posible para que ese 6 de noviembre de 2010 fuese inolvidable para muchísimas personas.
© Fotografía: Iván Castelo - La Voz de Galicia |
¡Gracias Señor!
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Madre mía, qué poca memoria la mía! Mil gracias por compartir lo que escribes en este post.
ResponderEliminarA mi también se me pasaba el día como si nada... hasta que me enviaron un mensaje preguntando ¿recuerdas qué días es hoy?, y en seguida lo comprendí. Fue un día de gracia.
EliminarSaludos.
Muy bien cantado el Evangelio! que maravilla haber podido estar al lado del Santo Padre oficiando como diácono. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias! aunque sentía que me temblaba hasta la última cuerda vocal, jeje. Pese a todo mereció la pena vivir de este modo un acontecimiento tan importante para la diócesis de Santiago, para la iglesia gallega y también para toda España (aunque con los tiempo que corren esto último no sé si será muy diplomático decirlo).
EliminarUn fuerte abrazo.
Parece mentira que YA pasaran dos años. Fue un momentazo, estuvo todo impresionante. Nunca pensé que pudiera ver al Papa tan cerca, fue una casualidad, o más bien, el E.S que nos ayudó a escoger el sitio y quedamos debajo de los brazos del Santo Padre, como si nos abrazara. Si, también recuerdo cuando cantó Vd. el Evangelio, lo hizo de maravilla. Ojala pronto revivamos algo parecido, no estaría mal, no? Un día INOLVIDABLE
ResponderEliminarPues sí, el tiempo pasa volando!
EliminarYo también me siento un afortunado al vivir esta experiencia. Y ojalá se repita en más de una ocasión. La visita del Papa siempre es un motivo de alegría.
Un fuerte abrazo Sonia.