En este sentido, ha sido una oportunidad para recordar a dos grandes papas, pero sobre todo para celebrar que estos dos bautizados (posiblemente como tú y como yo) han sido oficialmente reconocidos como santos por parte de la Iglesia en una solemne celebración en la que no faltaron laicos/as, religiosos/as, sacerdotes, obispos... pero en la que también se dio un acontecimiento histórico, que dos papas (uno activo y otro emérito) concelebrasen en la misma Eucaristía. De este modo, hemos estado presentes históricamente en uno de los acontecimientos más peculiares de la Iglesia en su larga historia: dos papas del mismo siglo son canonizados en una celebración donde concelebran otros dos papas que a su vez han conocido a los dos canonizados. Resulta paradójico!
Más allá de estas curiosidades, cabe destacar que la organización de esta "macro-celebración" discurrió con mucha normalidad pese al gran número de participantes y la infinita lista de jefes de estado y representaciones diplomáticas. En este sentido, es normal que el Papa Francisco quisiera agradecer públicamente a todas las autoridades, asociaciones y voluntariado la ardua labor desempeñada para crear un clima de fiesta ordenada tal y como lo hemos podido percibir.
En definiva, una hermosa experiencia que los que estamos habitualmente en Roma hemos podido compartir con nuestro Arzobispo y con algunos sacerdotes y laicos de la diócesis compostelana que también han querido celebrar esta gran fiesta de la fe, la canonización de dos bautizados que han llegado a ser elegidos Papa... y ahora los contamos entre los numerosos santos y santas de Dios.
Tú y yo podemos ser los próximos... pongámonos en camino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Anímate a comentar.