La Navidad


Origen y significado

1. La Navidad fue "ignorada" por los cristianos de los tres primeros siglos; ya que lo único que celebraba era la muerte y resurrección de Cristo, el "Misterio pascual", y esto sucedía cada domingo del año, el "Dies Domini" (día del Señor).

2. Este desinterés, curiosamente, surge por el desconocimiento de la fecha exacta del nacimiento de Cristo. Pero muy pronto cayeron en la cuenta que un acontecimiento salvador de primer orden como la Encarnación de Dios bien merecía una conmemoración.

3. La introducción de esta fiesta litúrgica se produjo de manera diversa en Oriente y en Occidente; pero, la hipótesis más extendida, es que –en ambos casos– tuvo origen en unas fiestas paganas en honor del Sol.

4. El primer testimonio de la fiesta del nacimiento de Cristo fijada en el 25 de diciembre se remonta al Calendario llamado filocaliano (año 354).

5. Sin duda, el desarrollo del dogma Cristológico ("Plena manifestación de la divinidad en la humanidad de Jesús - Concilio de Nicea, año 325) ha sido determinante... pero la fijación de la fecha,  según la hipótesis más extendida (aunque en la actualidad puesta en entredicho) es la de la cristianización de una fiesta pagana anterior denominada "Natalis Solis invicti" (solsticio de invierno, cuando los días vuelven a alargarse), y el interés del emperador Constantino por unir el culto solar con el culto cristiano. 

Características y peculiaridades de este tiempo

1. Las Normas Universales sobre el Año Litúrgico aprobadas por el Beato Pablo VI en 1969 describen así la Navidad: "Después de la celebración anual del misterio pascual la Iglesia tiene como lo más venerable el hacer memoria de la Natividad del Señor y de sus primeras manifestaciones: esto es lo que hacemos en el tiempo de Navidad que va desde las primeras vísperas de la Natividad del Señor hasta el domingo después de Epifanía. La Misa de la Vigilia de Navidad se celebra la tarde del día 24 de diciembre, ya sea antes o después de las primeras vísperas. El día de Navidad se pueden celebrar tres Misas: según la antigua tradición romana, es decir, en la noche [misa del gallo], a la aurora y en el día".

Por la importancia del misterio que celebramos en Navidad se incluyen ocho días de fiesta (octava), como en la Pascua, ordenada de este modo:
a) El domingo dentro de la octava, o, si no lo hay, el 30 de diciembre, se celebra la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
b) El día 26 de diciembre es la fiesta de San Estaban, el primer mártir.
c) El día 27 de diciembre es la fiesta de San Juan, Apóstol y evangelista.
d) El día 28 de diciembre es la fiesta de los Santos Inocentes.
e) Los días 29, 30 y 31 son días de la octava.
f) El día 1 de enero, octava de Navidad, es la solemnidad de Santa María Madre Dios, en la que se conmemoraba también la imposición del Nombre de Jesús (ahora se ha trasladado al 3 de enero).
El domingo entre el 2 y el 5 de enero es el domingo II después de Navidad.
El domingo después del 6 de enero se celebra la fiesta del Bautismo del Señor y con él finaliza el tiempo litúrgico de Navidad.

2. Durante el tiempo de Navidad, es costumbre, al finalizar la misa, "adorar" al Niño. Esta práctica tradicionalmente se prolonga hasta la Epifanía del Señor (6 de enero).

3. El color litúrgico de la Navidad es el blanco; y se nos invita a celebrar este tiempo con la mayor solemnidad posible: ornamentos apropiados, flores para embellecer el presbiterio, música adecuada.

4. Las costumbres más populares y familiares que rodean la Navidad y la Epifanía (Reyes): belén, árbol de Navidad, villancicos, cabalgatas, regalos... no tienen que banalizar la fiesta, sino hacerla más humana y alegre, en equilibrio con la fe que celebramos.

Repertorio musical en Navidad

1. Al celebrar la liturgia  en la que celebramos el Dios hecho hombre por nosotros debemos cantar –no sólo con villancicos– la Navidad; es decir, debemos utilizar cantos con texto y música apropiados. Dejando algunos villancicos populares fuera de la liturgia por su contenido. 

2. Importancia del "propio":
- El canto de entrada debe introducirnos en el Misterio que celebramos, debería ayudarnos la antífona de entrada que se encuentra en el Misal.
- El Salmo responsorial, como de costumbre, el que corresponde a cada día.
- En la presentación de dones (ofertorio) se puede interpretar música instrumental adecuada al tiempo litúrgico o cantos apropiados a la luz de los textos bíblicos que encontramos en el Graduale Romanum y el Ordo cantus Missae.
- En la comunión podemos hacer uso de un repertorio navideño apropiado, en consonancia con los textos bíblicos de las antífonas de comunión que se encuentran en el Misal.

3. Peculiaridades del "ordinario": después del Adviento se vuelve a entonar el Gloria, que es el gran himno de Navidad. El texto, por supuesto, debe ser el litúrgico.

4. Al finalizar la celebración se puede hacer uso de villancicos apropiados para la adoración del Niño; es decir, que su contenido sea de tipo religioso y nos haga contemplar y aclamar el misterio que celebramos.




1 comentario:

  1. Muchas gracias, Óscar. Siempre claro y preciso.
    Un abrazo desde Chile (Navidad en verano, el otro solsticio)

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