Según el canon 332 / 2 del Código de Derecho Canónico: "Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie". Y así lo ha anunciado:
Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Obviamente, la falta de precedentes próximos de una "renuncia papal" ha provocado un revuelo nunca visto. Hace ocho años vivimos la elección de un pontífice (el actual Benedicto XVI) más mediática de la historia. En esta ocasión, las redes sociales: WhatsApp, Twitter, Facebook... han sido clave. Yo mismo me enteré por un WhatsApp, y como yo... millones de personas. En menos de una hora las inmediaciones de San Pedro eran un hervidero de medios de comunicación de todo el mundo: unidades móviles, cámaras, platós improvisados, reporteros, etc.
Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Obviamente, la falta de precedentes próximos de una "renuncia papal" ha provocado un revuelo nunca visto. Hace ocho años vivimos la elección de un pontífice (el actual Benedicto XVI) más mediática de la historia. En esta ocasión, las redes sociales: WhatsApp, Twitter, Facebook... han sido clave. Yo mismo me enteré por un WhatsApp, y como yo... millones de personas. En menos de una hora las inmediaciones de San Pedro eran un hervidero de medios de comunicación de todo el mundo: unidades móviles, cámaras, platós improvisados, reporteros, etc.
Pero tampoco debería ser algo completamente novedoso porque la declaración del Papa es coherente con lo que había declarado en el libro entrevista Luz del mundo de Peter Seewald, en el que hay dos preguntas precisas que se refieren a la hipótesis de la dimisión.
El 28 de febrero a las 20:00 comenzará el proceso de elección del nuevo pontífice porque la Sede estará vacante.
Oscar Valado
Roma, 11 de febrero de 2013
Don Oscar !!!
ResponderEliminarSoy Laia ¿se acuerda de mí?
El Santo Padre deja su ministerio petrino y nosotros, todos los católicos del mundo le debemos muchas coses y debemos agradecérselas. ¿Cuál es una de las mejores maneras? con algo que a Su Santidad le encanta: ¡la música! por eso, le pido por favor que le transmita esta petición a Mons. Frisina: Usted ha compuesto cantos maravillosos que recuerdan a Juan Pablo II como son: Totus Tuus, Jesus Christ you are my life y Aprite le porte a Cristo, mi petición es: así como estos cantos recuerdan a Juan Pablo II ¿usted podría componer un canto que recuerde para siempre al Papa Benedicto XVI?
Padre Oscar: lo demás lo dejo en sus manos, puede añadir o suprimir lo que considere oportuno.
¡Muchísimas gracias Padre!
Así se lo transmitiré!
EliminarUn fuerte abrazo, Laia.