Legado musical de Benedicto XVI

En el año 2005, en el mismo instante de su elección, los que somos amantes de la teología, de la liturgia y de la música nos frotábamos las manos porque había sido elegido “uno de los grandes”. Un gran teólogo, preocupado por la liturgia y apasionado de la música. ¿Qué cabría esperar? Todos ansiábamos un documento sobre música sacra, quizás con motivo del 50 aniversario de la Sacrosanctum Concilium. Pero no fue así. 

Sin embargo, su gran regalo ha sido enriquecer su magisterio con infinidad de intervenciones sobre la importancia del arte, la belleza… y, sobre todo, la música. No desde una perspectiva legislativa como nos habían acostumbrado pontífices anteriores desde san Pío X; sino que música y teología se han fundido en un abrazo para enriquecer la vida espiritual de los hombres y para iluminar el sentido teológico-litúrgico de la música. Esto no es completamente novedoso, porque siendo el Cardenal Joseph Ratzinger ya había escrito abundantemente sobre el tema, y muchos de sus escritos están recogidos en el volúmen XI de su obra completa

Podemos destacar que Benedicto XVI ha abordado la cuestión musical en innumerables ocasiones y desde diferentes perspectivas: liturgica, teologica, pastoral, espiritual, etc. 


Todas estas intervenciones y muchas más son el claro ejemplo de la sensibilidad de Benedicto XVI ante la cuestión musical. Pero sus continuas intervenciones han ido mucho más allá de un aspecto legislativo de la música sacra. Su interés ha sido –como buen teólogo– reflexionar, en innumerables ocasiones, sobre uno de los canales que pueden llevarnos a Dios y ser también una ayuda en el encuentro con él: la vía de las expresiones artísticas, la via pulchritudinis (vía de la belleza). Muestra de esta ayuda en el encuentro con Dios son las conversiones de personajes tan relevantes como san Agustín, Paul Claudel, Manuel García Morente, etc. que han descubierto a Dios a través de la belleza de la música. 

Benedicto XVI no ha escrito un documento específico sobre música sacra, pero nos ha ayudado a valorar que la belleza de la música es un verdadero camino para el encuentro con Dios y la oración. Lo creado nos tiene que hablar del creador, por eso la música sacra debe nacer de la fe y expresar la fe. Ahora sólo queda preguntar ¿la música de nuestras celebraciones litúrgicas tiene estas características? 

Oscar Valado
Roma, 27 de febrero de 2013

10 comentarios:

  1. Muchas gracias padre Óscar por este artículo. Hubiera sido bueno que el Papa Benedicto hubiera dejado algún documento de música sacra, pero bueno Dios bendice.
    A mí me apasiona la música, y como seminarista es un campo muy importante para mi formación.
    Que Dios lo bendiga, padre!
    H. Mario García.

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    1. Y lo es. La música es fundamental... y el seminario es un tiempo de gracia para aprender. Mucho ánimo y un fuerte abrazo.
      + Que Dios te Bendiga.

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  2. Lo que mas me ha llamado la atención es queal leer una pequeña intervención después de algún concierto de los que le han ofrecido, se veía en sus comentarios que conocía la obra y además que siempre era capaz de encontrarle algún aspecto que sirviera de ejemplo y ayuda en la busca de la Belleza, la Bondad y la Verdad.

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    1. Esta era una constante en sus discursos, hacer ver al Creador a través de lo creado. Un gran impulsor de la via pulchritudinis como punto de encuentro entre fe y razón.
      Gracias por su comentario.
      Un cordial saludo.

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    2. Y ver en la creatura al creador es lo más importante, porque si no, por ejemplo, la música litúrgica no tendría sentido.
      Mario García, LC

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    3. Disiento un poco, quizás porque no he comprendido bien lo que quería decir... pero la música litúrgica tiene sentido en sí misma por su propio contenido: la Palabra de Dios; y el marco en el que se desenvuelve: la liturgia. Como dijo el Papa en Ratisbona: “la música y el canto son algo más que un embellecimiento –tal vez superfluo– del culto, pues forman parte de la actuación de la liturgia, más aún, son liturgia".
      In Domino.

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    4. Saludos. Perdón, pero no me di a expresar bien. Lo que quería decir es justo lo que usted dice: la música es liturgia.
      Muchas gracias por su corrección.

      Una pregunta más: estoy haciendo un ensayo sobre la música litúrgica del Concilio Vaticano II hasta nuestros días. ¿En qué documentos me puedo apoyar?
      Estoy leyendo el libro de Joseph Ratzinger: la fiesta de la fe; y el motu popio de Pio X Tra le sollecitudine. Pero ¿cómo puedo lograr un claro conocimiento para lograr este ensayo que gira en marco del año de la fe?

      Muchas gracias por todo. :)
      Mario García, LC

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    5. Pues en primer lugar... debes armarte de Paciencia. jejeje.
      Si es del Concilio hasta hoy te recomiendo:
      1. Tra le sollecitudini (1903) es la referencia para todo lo que ha venido después
      2. Sacrosanctum Concilium
      3. Instrucción Musicam sacram (1967)
      4. Constitución Apostólica "Laudis canticum" (1970)
      5. Quirógrafo sobre la música sacra (2004)
      6. Sobre Benedicto XVI puedes descargar en esta misma entrada todo
      7. En la pestaña "bibliografía", en la cabecera de este blog encontrarás abundante bibliografía sobre este tema. Yo he hecho mi tesis de licencia sobre esto.

      Espero que te sirva de ayuda.
      In Domino.

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  3. VIVO LA MUSICA Y LA LITURGIA ME GUSTAN LA MUSICA SACRA - GREGORIANA EN FIN...

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  4. Magnífico artículo y muy bien documentado. Lo hemos incluido en nuestro blog:

    http://ratzingerganswein.wordpress.com/2014/02/01/el-papa-benedicto-y-la-musica/

    Muchas gracias

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