El tiempo litúrgico de Adviento


Origen y significado


1. El tiempo de Adviento tal y como lo celebramos ahora son las semanas que preceden y preparan la Navidad. "Adviento" significa "venida", por ello en este tiempo nos disponemos para acoger la venida del Mesías. El Adviento, la espera de la venida del Señor, es el primer paso de esta historia anualmente revivida en el Año Litúrgico.

2. Este tiempo tiene un claro origen hispano. En el Concilio de Zaragoza, año 380, se prescribe que los fieles vayan a la iglesia desde el 17 de diciembre hasta la Epifanía para orar y reunirse frecuentemente. Dicha práctica se consolidó en Francia a lo largo del siglo V, cuando Perpetuo de Tours (490) establece un ayuno de tres días a la semana desde San Martín (11 de noviembre) hasta Navidad. Pero el Adviento romano no se fija hasta el siglo VI con los Sacramentarios y Leccionarios que nos han transmitido sus formularios litúrgicos. Curiosamente, cabe destacar que solo en Roma el Adviento fue, desde el principio, una institución litúrgica, mientras que en los demás lugares fueron consideraciones ascéticas lo que constituyó el punto de arranque y las normas de su evolución.

3. El sentido del Adviento Romano queda perfectamente definido en los siglo VI-VII. En primer lugar es, según la concepción de las Galias, un tiempo de preparación a la solemnidad de Navidad, pero también un tiempo de "espera": espera para la Navidad y espera del retorno glorioso del Señor al final del mundo. De este modo, la espera cristiana, halla su expresión espontánea en los textos proféticos inspirados por la espera del Mesías: Isaías y Juan Bautista, las dos grandes voces de la liturgia del Adviento.

4. En este sentido, cabe recordar que el Adviento comienza cuatro domingos antes de la Navidad. El primer domingo miramos hacia la última venida de Cristo; el segundo y tercero, a Juan Bautista; y el cuarto, a María, la Madre de Dios. Aunque también cabe destacar en su estructura dos etapas: Desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre (invitación a prepararnos en la esperanza y en la conversión para la venida del Señor a nuestras vidas); desde el 17 hasta el 24 (más directamente orientada hacia las fiestas de Navidad).


Características y peculiaridades de este tiempo 

1. Palabras que resuenan en Adviento: 

– Emmanuel: Expresión hebrea que significa "Dios con nosotros" (Is 7, 10-14). Signo de la presencia salvadora de Dios en medio del pueblo.

– Marana tha: Expresión aramea = "¡Señor nuestro, ven!". Que las comunidades mantuvieron intacta (1Cor 16,22). Es la expresión del anhelo del retorno de Jesús. Nuestra traducción es "Ven, Señor, Jesús"

– Mesías: Palabra hebrea que significa "ungido". En la antigüedad los reyes, sacerdotes y profetas eran ungidos con aceite como signo de la fuerza de Dios. El Mesías era el "elegido" para liberar al pueblo de Israel. La traducción griega de "Ungido" es "Cristo" y así llama el NT a Jesús. 

– Precursor: Es el que anuncia o prepara algún acontecimiento o venida de alguna persona. Se aplica a Juan el Bautista.

– Profeta: Significa mensajero de Dios, el que habla en nombre de Dios. No es un adivino, aunque a veces predice acontecimientos. Isaías es el más representativo del Adviento.

2. Actitudes: 

– Esperanza: esta es la palabra que más resuena. En dos sentidos: la encarnación y la venida definitiva.

– Disponibilidad: "preparad el camino al Señor" es la consigna de este tiempo, es la llamada que Juan Bautista hacía en el Jordán a todos aquellos que se acercaban.

– Alegría: no tenemos que guardarnos toda para Navidad. El tiempo de "preparación" también es una alegría (ej.: un banquete o una fiesta).

– Oración: la Navidad que nos ofrecen los medios de comunicación social no debe desviar nuestra atención de lo verdaderamente importante, nuestra espera vigilante y oración como preparación a la encarnación del Mesías.

– Paciencia: el Adviento es una invitación a trabajar sin desfallecer, un año más, en espera: "Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Firmes en la fe.

3. Signos del Adviento: 

– Austeridad litúrgica: no se trata de una "cuaresma", sino de una espera gozosa (no se suprime el Aleluya, solo el Gloria). Eso sí, es un tiempo litúrgico austero: color morado, ausencia de flores, etc.

– Corona de adviento: tradición proveniente del norte de Europa pero ya arraigada (no preceptiva). Sentido catequético (4 velas - 4 domingos).

– El Belén: La mejor manera de terminar el Adviento es preparando el Belén. Pero tenemos que tener en cuenta que el "Niño" debemos colocarlo el 24 por la noche (Misa del Gallo) o el mismo 25. 


Repertorio musical en adviento 

1. Importancia del "propio".

– El canto de entrada nos introduce en el Misterio y, en el caso concreto de los cuatro domingos de Adviento, en el tiempo litúrgico que celebramos.

– El Salmo (como de costumbre, no debe ser alterado).

– Aprovechar para cantar los mismo cantos los 4 domingos; reservando un repertorio propio de Adviento que solo se utilice en este tiempo litúrgico.

2. Peculiaridades del "ordinario": 

El gloria es el gran canto de Navidad, por este motivo durante los domingos de Adviento no se canta.

3. Otras cuestiones: 

– El "Ave María" es un canto apropiado para el ofertorio del IV Domingo de Adviento.

– El canto para encender la vela de la Corona de Adviento debe ser adecuado, es decir, que haga referencia y mención al tiempo litúrgico que celebramos.

– Conservar cantos de la tradición. Sería ideal que pudiésemos utilizar en cada tiempo litúrgico un canto de nuestro tesoro musical. En este tiempo, uno de los más conocidos es el Rorate caeli.

– ¿villancicos? Debemos hacer lo posible por NO utilizarlos en nuestras celebraciones litúrgicas hasta el día 25 de diciembre; porque estos son expresión del Misterio que celebramos a partir de ese día. Obviamente debemos cuidar el contenido de los textos.



4 comentarios:

  1. Una nueva entrada que creo que muchos lectores agradeceremos. Me gustaría hacer dos preguntas. La primera es que tradicionalmente, en los tiempos de Adviento y Cuaresma, el órgano dejaba de sonar o como mucho sonaba para ayudar a sostener el canto ¿habría que hacer algo parecido en aquellos instrumentos que han suplantado al órgano, cuando lleguen estos dos tiempos litúrgicos tan importantes? La segunda sería en relación a lo que dice "Aprovechar para cantar los mismo cantos los 4 domingos; reservando un repertorio propio de Adviento que solo se utilice en este tiempo litúrgico." Habría que ir pues, al ordinario de la misa de la misa gregoriana nº XVII ? Muchas gracias. Eduardo Martínez

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    1. 1. Por supuesto. La norma no es solo para el órgano, sino para todos los instrumentos musicales.
      2. No tiene por qué ser esa expresamente. Lo ideal es tener unos cantos para el propio para cada tiempo y uno o dos "ordinarios" (misas) para cada tiempo también.

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  2. Respuestas
    1. Disculpa el retraso... casi ya... feliz y santa Cuaresma.

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