La Corona de Adviento

En los últimos años se ha extendido la costumbre de colocar en nuestras iglesias la "corona del Adviento" o "corona de las luces de Adviento" pese a nos ser preceptiva, es decir, obligatoria. Esta tradición del Norte de Europa tiene un interesante carácter simbólico y catequético, aunque no se menciona en la Introducción General del Misal Romano, tampoco en el Ceremonial de obispos, donde en muchas ocasiones encontramos aclaraciones que no encontramos en los libros litúrgicos; sin embargo, sí se encuentra una referencia explícita en el Bendicional (nn. 1235-1242). En él se explica el sentido y el significado de la "corona" y dos modelos para su bendición: en el hogar familiar o en la iglesia.

1) Tener una corona en el hogar es una buena ocasión para orar en familia y prepararse conjuntamente para la Navidad. Este es uno de los casos en los que el padre o la madre de familia puede realizar la bendición. 

2) En el caso de hacerlo en la iglesia, ya que no es preceptivo, es recomendable que sea en la misa del domingo I de Adviento, justo después del saludo inicial, en lugar del acto penitencial. Esto último no quiere decir que se omita el señor ten piedad (ver en este mismo blog la entrada del Señor, ten piedad). Otra opción sería bendecirla en las I vísperas del I Domingo de Adviento. En el momento de encender las velas que correspondan se puede entonar un canto apropiado, como por ejemplo, el salmo 26 (27) - El Señor es mi luz y mi salvación.  

Con respecto al color de las velas de la corona no hay nada dispuesto, pero el sentido común nos lleva a poner las cuatro de color blanco (color habitual de las velas que utilizamos) o, incluso, tres moradas y una rosa, correspondiendo con el color litúrgico de cada domingo, respetando el rosa para el domingo Gaudete o domingo III de Adviento. 

CAPÍTULO XXXVII

BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO


1235. La «Corona de Adviento» o «Corona de las luces de Adviento» es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso.

1236. La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona muestra la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza.

1237. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida.

I. RITO DE LA BENDICIÓN EN LA FAMILIA

1238. El ministro, al comenzar la celebración, dice:

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

R/.   Que hizo el cielo y la tierra.

Monición introductiva

El ministro introduce la celebración con estas palabras u otras semejantes:

Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza.

El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad.

1239. Uno de los presentes, o el mismo ministro, lee un breve texto de la Sagrada Escritura, por ejemplo:

Is 60, 1: ¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!

1240. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas, si es laico, con las manos juntas, dice la oración de bendición:

Oremos.
LA tierra, Señor, se alegra en estos días, 
y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, 
que se avecina como luz esplendorosa, 
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas 
de la ignorancia, del dolor y del pecado. 
Lleno de esperanza en su venida, 
tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque 
y la ha adornado con luces. 
Ahora, pues, que vamos a empezar 
el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, 
te pedimos, Señor, 
que, mientras se acrecienta cada día 
el esplendor de esta corona, con nuevas luces, 
a nosotros nos ilumines 
con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo, 
iluminará todas las oscuridades. 
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

R/.   Amén.

Y se enciende el cirio que corresponda según la semana de Adviento.

II. RITO DE LA BENDICIÓN EN LA IGLESIA

1241. La «Corona de Adviento», que se ha instalado en la iglesia, se puede bendecir al comienzo de la misa. La bendición se hará después del saludo inicial, en lugar del acto penitencial.

Monición introductoria

Después del saludo, el ministro, dice:

Hermanos: Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida. 

El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad. Por eso hoy, primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos su primer cirio.

1242. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas, si es laico, con las manos juntas, dice la oración de bendición:

Oremos.
LA tierra, Señor, se alegra en estos días, 
y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, 
que se avecina como luz esplendorosa, 
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas 
de la ignorancia, del dolor y del pecado. 
Lleno de esperanza en su venida, 
tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque 
y la ha adornado con luces. 
Ahora, pues, que vamos a empezar 
el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, 
te pedimos, Señor, 
que, mientras se acrecienta cada día 
el esplendor de esta corona, con nuevas luces, 
a nosotros nos ilumines 
con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo, 
iluminará todas las oscuridades. 
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

R/.   Amén.

Y se enciende el cirio que corresponda según la semana del Adviento.

3 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo, que permite saber a qué atenernos ante este elemento, nuevo para muchos, que es la Corona de Adviento.

    En el artículo queda claro que no es conveniente el uso de instrumentos musicales, en el momento de encender la primera de las velas. Pero creo que sería conveniente poner algún ejemplo sobre qué tema se podría emplear en este momento. Si incluso, además de algún tema presente en el Cantoral Litúrgico Nacional, se podría emplear alguno del repertorio de Cantos Gregorianos. Creo que muchos agradecerían una sugerencia. Saludos.

    Eduardo Martínez.

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  2. Oscar:

    ¡¡Qué manía con el Señor, ten piedad!! jejeje... No te discutiré, me callo.

    Pero sí agradezco la nota de sentido común sobre el dichoso color de las velas que trae loco a cualquier laico "promocionado" que se cree que sabe de liturgia y reduce toda la espiritualidad del Adviento a la corona y sus velas y colores.

    Un abrazo!!!!!!!!1

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  3. ¡Y yo que siempre he usado La Corona de Adviento con 5 velas: tres moradas, una rosa y una quinta blanca a encender el día de Navidad!
    Aclaro que no soy laico promocionado como teme el padre Sánchez.

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