García Morente - Ortega y Gasset

Recientemente he tenido oportunidad de publicar el libro Manuel García Morente. Una vida a la luz de la correspondencia inédita con José Ortega y Gasset. Comparto aquí la reseña que le dedicó Guillermo Juan Morado en su blog La puerta de Damasco.

Manuel García Morente y Ortega y Gasset

Óscar VALADO DOMÍNGUEZ, Manuel García Morente. Una vida a la luz de la correspondencia inédita con José Ortega y Gasset, San Esteban Editorial (Colección Ariadna 25) Salamanca – Madrid 2020, 149 páginas, ISBN 978-84-8260-365-0.

Óscar Valado Domínguez (Vigo 1981) es sacerdote de la Archidiócesis de Santiago de Compostela, doctor en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, ciudad en la que también realizó estudios de música en el Pontificio Instituto de Música Sacra y de liturgia en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. El libro que reseñamos no es su primera obra sobre García Morente, autor al que dedicó, entre otros estudios, su tesis doctoral: La música como “porta fidei” en la conversión de Manuel García Morente (1886-1942). Una interpretación teológica a partir de la relectura teológico-musical del “hecho extraordinario”, Aracne, Roma 2015.

Señala Valado Domínguez en la “Introducción” que, aun siendo Manuel García Morente “uno de los hombres más distinguidos de la época” –rica en personalidades descollantes en el mundo de la cultura– la historia lo ha convertido “en alguien muy poco conocido” (p. 13).

Para contribuir a que su figura sea más conocida, Valado Domínguez ofrece en esta obra la reproducción de las veintitrés cartas, inéditas hasta ahora, que Morente escribió a su amigo Ortega y Gasset entre 1912 y 1938, integrando la correspondencia en un relato cronológico de la vida de Morente.

El libro está articulado en catorce capítulos breves: 1. “El despertar a la vida”. 2. “El inicio de una gran amistad” – en este capítulo se recogen seis cartas de Morente a Ortega, algunas de ellas remitidas desde Marburgo (Alemania), donde se fragua la amistad entre ambos - . 3. “Los proyectos comunes” – capítulo que recoge las cartas VII y VIII - . 4. “El decano” – cartas IX a XI -. 5. “La destitución”. 6. “El exilio en París” – cartas XII a XVII - . 7. “El hecho extraordinario” – carta XVIII -. 8. “América” (cartas XIX – XXII). 9. “Yo quiero ser sacerdote”. 10. “El regreso a España”. 11. “El fin de la amistad” (carta XXIII). 12. “El monasterio de Poyo”. 13. “Por fin, Madrid”. 14. “Sacerdos in aeternum”.

A estos capítulos sigue la “referencia y descripción de los documentos incluidos” (pp. 141-144) y un “índice onomástico” (pp. 145-149.

Todos los momentos narrados de la biografía de Morente resultan de interés, aunque sin duda habrá que subrayar el capítulo dedicado al “hecho extraordinario”, acontecimiento que marca un cambio profundo en su vida. En París, en la angustia del exilio, experimenta en la noche del 29 de abril de 1937 el encuentro con Dios; no con un Dios lejano, sino con Dios hecho próximo en Cristo: “Cristo sufriendo como yo, a ése sí que lo entiendo y ése sí que me entiende”, escribirá (p. 96).

Paradójicamente, este encuentro con Cristo subyace al desencuentro, al término de la amistad, con Ortega. De las cartas que Morente le escribe, merece la pena destacar aquellas que le dirige desde el exilio en París (XII-XVII) y, sobre todo, la que le envía desde Vigo el 10 de julio de 1938 en la que le da cuenta de de la resolución que ha tomado de abrazar la vida religiosa: “Mi vida tiene ahora un sentido claro, neto y una orientación inequívoca” (p. 123). Una carta que no recibió respuesta.

No solo Ortega se sintió desconcertado ante el converso Morente, sino muchos otros, antiguos compañeros o amigos de cuando él todavía no era creyente y también nuevos hermanos en la fe que no acababan de fiarse del todo de la sinceridad de su transformación religiosa. Nada distinto, por otra parte, a las incomprensiones que tuvieron que padecer otros conversos.

Merece la pena leer este libro, breve y profundo, que nos ayuda a reflexionar sobre la amistad, un bien frágil, como todos los bienes humanos, y acerca del curso de una vida en la que hechos externos e internos cambian completamente el enfoque de la existencia. En medio de todos esos acontecimientos, con frecuencia dramáticos, Dios se hizo presente para aportar alivio, sosiego y esperanza.

Guillermo Juan Morado.


1 comentario:

  1. En todos los estados de vida surgen "cosas".
    Cosas de la vida.
    La vida consagrada puede llegar a ser excelente.
    Cualquier vida puede llegar a ser excelente.
    Pero llegar a la decisión de "renuncia" de lo mundano, dedicado en exclusivo del Señor, no es dejar el "Mundo".
    Sino precisamente estar en el en los aspectos "más profundos".
    El apostolado goza.
    La vida plena en la confianza en el "hombre" y el "Reino".
    "Sáname Señor".

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