Este domingo celebramos la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, es decir, el último domingo de nuestro Año Litúrgico; el próximo que celebremos será el I domingo de Adviento, dando comienzo así a un nuevo año. Resumiendo, hoy celebramos un "fin de año" que durará toda la semana.
Cabe destacar que durante el Año Litúrgico la Iglesia nos invita a celebrar y a contemplar el entero misterio de Jesucristo. Dos momentos son los más importantes:
El nacimiento del Señor: NAVIDAD (con su cuatro semanas previas de preparación: Adviento) y su Muerte y Resurrección: PASCUA (con sus 40 días previos de preparación: Cuaresma)
Con la solemenidad de este último domingo del tiempo ordinario recordamos que el Señor Jesús se ha hecho presente en la historia, ha vencido a la muerte y ahora reina triunfante como Rey del Universo. Es una fiesta con un importante carácter escatológico, sobre todo porque sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pero todavía no es definitivo porque Cristo no reinará plenamente hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.
Por esta razón estamos llamados a construir el Reino instaurado por Jesucristo, a ser operarios de su mies, a trabajar su viña... en definitiva, a gastarnos y desgastarnos por su Reino. El Señor bendecirá a los que den de comer al hambriento, de beber al sediento, de vestir al desnudo... y un día nos dirá: "hoy estarás conmigo en el paraíso".
Jesu Rex admirabilis de Giovanni Pierluigi de Palestrina (1525-1594) dirigida por J. Eliot Gardiner.
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