Zubiri, Ortega y Morente, tres amigos inseparables. |
"El hecho ocurrió en la noche del 29 al 30 de abril de 1937, aproximadamente a las dos de la madrugada. Permítame usted que a su narración circunstanciada anteponga algunos pormenores, cuyo previo conocimiento me parece necesario o al menos muy conveniente..."
Un intelectual que llegó a ser Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid, íntimo amigo de Ortega y Zubiri (entre otros); así como un convencido del sistema educativo propuesto por la la Institución Libre de Enseñanza. Se formó en Francia y en Alemania, en un ambiente donde –por decirlo de algún modo suave– no se propiciaba el creer en Dios. En 1936 tuvo que abandonar España escapando de los "suyos". Pero bueno, no me detendré en esta parte de su vida... merece la pena leer un poco sobre ella.
Una vez lejos de Madrid, en París, se sumerge en una "depresión" existencial que le lleva a reflexionar sobre el mal que le acecha a él, a su familia (sus hijas estaban en peligro de muerte) y a España en general. Al ver que nada tenía sentido porque los acontecmientos de su vida se daban sin que él quisiese que se diesen... buscó sentido en una "fuerza superior", en la idea kantiana de Dios que se manifiesta como "Providencia", busca respuestas definitivas a sus planteamientos filosóficos porque en ese punto de su vida ya nada tiene sentido. Comienza a experimentar la soledad, la angustia, el insomnio, el terror... llegando a plantearse el suicidio:
"Me pareció claramente que solo una cosa era libre de hacer para mostrar mi oposición a esa Providencia, que se me antojaba inaccesible y hostil: quitarme la vida... pero tan pronto como me di cuenta de la conclusión a la que había llegado, me espanté de mí mismo."
Entra como en un estado de vigilia continua, ocupa sus horas reflexionando sobre esta idea de "Providencia"... hasta que se permite hacer una pausa para descansar.
"Se me ocurrió poner en marcha la radio para ayudarme a la distracción. Estaban radiando música francesa: el final de una sinfonía de Cesar Franck; luego, al piano, "Pavane pour une infante défunte" de Ravel..."
"Se me ocurrió poner en marcha la radio para ayudarme a la distracción. Estaban radiando música francesa: el final de una sinfonía de Cesar Franck; luego, al piano, "Pavane pour une infante défunte" de Ravel..."
Esto tuvo que "esponjar el corazón" de Morente porque suspiraba por conseguir que sus hijas llegasen a París sanas y salvas utilizando todos los cauces posibles... y esto no era nada fácil en tiempo de guerra.
"Luego [continúo escuchando], interpretado con orquesta, un trozo de Berlioz intitulado l'Enfance de Jesús".
Después de esta obra en la que Berlioz recorre pasajes de la infancia de Jesucristo... Morente ya no era el mismo:
"Luego [continúo escuchando], interpretado con orquesta, un trozo de Berlioz intitulado l'Enfance de Jesús".
"Cerre la radio para no perturbar el estado de deliciosa paz, en que esa música me había sumergido... tuvo un efecto fulminante en mi alma. Ese es Dios, ese es el verdadero Dios, Dios vivo, es la Providencia viva - me dije a mí mismo. Es es Dios, que entiende a los hombres, que vive con los hombres, que sufre con ellos, que los Consuela, que le da aliento y les trae la salvación".
El resto de la historia... merece mucho más la pena leerla contada por él: Decargar el "Hecho extraordinario".
Dios se sirve también de la música. Toca los corazones sutilmente cuando estamos abiertos a la gracia. Me emociona saber que una noche como hoy García Morente le daba su sí a Dios. Y de qué manera? ordenándose sacerdote tres años después.
Sobre este tema también te puede interesar:
Artículo sobre "Morente, el gran desconocido" en Vida Nueva
Entrevista sobre "La música y García Morente" en Atlántico Diario
Sobre este tema también te puede interesar:
Artículo sobre "Morente, el gran desconocido" en Vida Nueva
Entrevista sobre "La música y García Morente" en Atlántico Diario
Oscar Valado
Roma, 29-30 de abril de 2012
75º aniversario del Hecho extraordinario
Oscar gracias por hablar de este hombre tan estupendo,Manuel Garcia Morente. Ojala mucha gente encontrara a Dios a traves de la musica. Me dio alegria encontrar estos vidios que yo andaba buscando.Dios siempre llega a tiempo.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por seguir el blog y animarte a comentar. Me alegra saber que estabas buscando estas obras y aquí te las has encontrado. Un fuerte abrazo.
EliminarBuenos días don Óscar. Interesantísima entrada, resulta una gozada leer su blog. Muchas gracias por el enlace. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenas tardes,
EliminarGracias por sus palabras. La vida de Morente es apasionante, me alegra saber q le hayan servido los enlaces.
Un saludo.
öscar querido, te felicito -sin que sirva de precedente, jeje- por presentar así a este personaje. Me ha parecido un ejercicio sorprendente de estética teológica.
ResponderEliminarUn grandísimo abrazo
Gracias Javier. Para mi es una satisfacción que menciones la estética teológica porque alguno aún sigue pensando que la música no tiene nada que ver con la teología. Sin embargo, hasta el mismo Dios la utiliza como mediación para tocar los corazones.
EliminarEs una lectura impresionante. La descubrí hace no mucho y, desde entonces, siento al necesidad de volver a ella de vez en cuando.
ResponderEliminarPues si Yolanda, es verdaderamente impresionante. me acabo de leer todas sus cartas personales y son emocionantisimas
EliminarMorente entró en la Iglesia con ánimo de sacrificio; ahora vemos que lo que ofreció fue el sacrificio supremo: no lo que tenía, sino lo que era.
ResponderEliminarPalabras hermosas de Julian Marias, en su libro sobre el Cristianismo.
Saludos y bendiciones padre Oscar
De que forma se relaciona Julian Marias con el sacerdote Morente?
EliminarGracias!
Morente fue profesor y gran amigo de Julián Marías en la Universidad Central de Madrid (hoy Universidad Complutense de Madrid).
EliminarPersonalmente me fascinó el relato del Hecho extraordinario por García Morente. Y aún más cuando fui conociendo al personaje. Y me llamó la atención muchísimo saber que fue una carta dirigida por García Morente a su director espiritual, D. José Mª García Lahiguera, y que este sometió a su dirigido a la "prueba" de no responderle, por lo que murió sin saber qué opinaba D. José Mª sobre aquel relato.
ResponderEliminarEs cierto, a todos sorprende esto. Pero a mí me sorprende más que Morente no haya preguntado a Lahiguera qué opinaba de lo que le había escrito, al fin y al cabo absolutamente nadie sabía de su experiencia "mística" en París que le llevó a la conversión. Solamente Eijo Garay (se supone) en la confesión general que hizo con él en julio de 1938 y Lahiguera sabían de este Hecho. Nadie más.
EliminarY ha sido una suerte que se lo diese por escrito a su director espiritual porque si no este Hecho hubiese quedado en el olvido. Apareció años después de su muerte.
Se me ponen los dientes largos de ver que hay personas con este tipo de experiencias.
ResponderEliminarTambién me gustan las explicaciones de García Morente, intentando que le aclaren si ha podido ser sólo una elaboración de su mente. Es de mucha humildad por su parte ese deseo de saber la verdad. Si se le sometió a la prueba que comenta FIL, me parece bastante dura, aunque probablemente nadie pueda asegurar una cosa así al 100%. Por sus efectos, parece que fue algo verdaderamente sobrenatural.
Amigo anónimo: Copio del libro que cito al final:
Eliminar"Al entregar el manuscrito a su director espiritual para su conocimiento, lo hace sin una palabra de recomendación o comentario. Y éste, viendo (según manifestaciones de ahora) que era cosa de Dios, cree mejor reservarse para sí el juicio. Pero lo sorprendente es que el dirigido tampoco hace preguntas ni nueva alusión al caso. 'Yo preferí el silencio (nos escribe el señor Lahiguera). Él lo aceptó humildemente, pues ni indirectamente curioseó mi opinión. ¡Esto es sacrificio de la curiosidad y verdadera humildad! ¡Murió, pues, sin saber mi juicio sobre el hecho más grande de su vida!!!!!' 'Ni mi juicio ni el de otros (añade en otra carta) pues ni él ni yo dimos cuenta a nadie de esto. Yo esperé la hora de Dios.' Ha sonado después de la muerte de su convertido".
M. de Iriarte, S.I.
El profesor García Morente, sacerdote
Madrid, 1951
Muchas gracias amigo FIL por traer aquí ese párrafo que continúa esta preciosa historia.
EliminarAsí es, este libro lo inició el P. Quintín Pérez S.I., gran conocedor de la vida de Morente, pero en la labor de redacción se murió y continuó su labor el P. Mauricio de Iriarte, también jesuíta, que recoge en ese libro el testimonio del J. M. García Lahiguera, director espiritual de Morente y al que iba dirigida la carta del Hecho extraordinario. Un libro muy recomendable que contiene no sólo el Hecho sino también el Diario de sus ejercicios espirituales, El caballero español y cristiano, así como algunas cartas escritas desde el Monasterio de Poio (Galicia) durante su estancia allí.
EliminarEstimado Oscar, no te conozco, pero he leido "El hecho extraordinario" de MAnuel Garcia Morente, permitemé dar mi modesta opinion sobre estas cartas y qué es lo que a mi parecer opino de Manuel.
ResponderEliminarPor sus estudios en filosofía fuera de nuestro país, y sus maestros en diversas instituciones, hace que Manuel sea una persona agnóstica y que busca explicaciones lógicas a todas las situaciones que le rodean.
Cuando la vida, le da un revés, tan duro como la muerte de su yerno y su exilio voluntario para salvar su vida, además de dejar lo que el mas quería en el centro mismo de una incipiente y frenética guerra que estaba comenzando en España, esto unido a que su situación económica, cuando llega a Paris viviendo de la beneficencia y bondad de sus amigos, y de los intentos, que realiza por sus propios medios, para sacar a su familia de España, hace que el análisis de su vida y acontecimientos actuales deriven en la aproximación a la creencia del ser divino que todo lo puede y que hace que su vida de un giro de 180º alineándose con la firme creencia de que Dios es el que mueve los hilos del destino.
El hombre como tal, y cuando los problemas le superan, no viendo solución por sí mismo, se aferra a lo divino, siendo lo más cercano la religión que procese o procesare.
No obstante, a lo anteriormente comentado, no se da cuenta, a mi parecer, que él nunca tuvo el poder de solucionar directamente el problema para sacar a su familia de España, si no que siempre ha recurrido, por una circunstancia o por otra, a terceras y cuartas personas que sí
Estimado "anónimo",
EliminarPara leer el Hecho extraordinario no es necesario conocerme. Bromas a parte, gracias por compartir su opinión sobre "esta carta" (es solo una - dirigida a su director espiritual J. M. García Lahiguera). Pero no en todo puedo estar de acuerdo con usted.
1. Si cree que por ser una persona agnóstica busca explicaciones lógicas a todo lo que sucede a su alrededor; qué cree de los creyentes? no buscan explicaciones lógicas a todo lo que acaece? Obviamente, no se puede decir que sea característico exclusivamente de los creyentes.
2. Hablar de exilio "voluntario" cuando en pleno año 1936 ha sido señalado por una comisión de depuración de la misma universidad en la que trabajaba parece un eufemismo. Obviamente, permanecer era la muerte segura.
3. La idea de providencia se fragua en París, pero él nunca había estado cerrado a la trascendencia. Si lee algunas obras o artículos de Morente (no sólo esta carta personal escrita a la luz de su conversión) se dará cuenta de que una de sus barreras para no dar el salto a la fe es el "no sentir" a Dios.
4. Morente hizo todo lo que estuvo de su mano desde le principio. Por su influencia y amistades, logró que después de unos meses su familia se encontrase con él en París (9 de junio de 1936).
5. A raíz del punto 3 me gustaría destacar que Morente hizo su propia formulación psicológica del Hecho: - he vivido - "una percepción sin sensaciones. Sin duda, en buena ciencia psicológica, no se concibe bien que pueda existir percepción si sensaciones. Las sensaciones no faltan nunca; ni en la alucinación. Ello procede de que el acto de percibir una presencia o la presencia de un objeto, es un acto del compuesto humano, en donde necesariamente intervienen los órganos corpóreos sensoriales, los sentidos... Pero el Hecho por mí vivido se caracteriza por la total ausencia de sensaciones. Dijérase una percepción del alma sola, sin auxilio del cuerpo condicionante" (cf. p. 53 del manuscrito original).
6. Con esto y con otras muchas más cuestiones que se encuentran en el Hecho extraordinario... se pueden establecer paralelismos con otros conversos de la historia: Agustín, P. Claudel, Pascal... etc. Incluso con místicos como San Juan de la Cruz y Teresa de Jesús (él mismo compara su Hecho con la experiencia de Teresa).
7. Dicho todo esto, y por detenerme en el número 7 (por su valor bíblico), decir que Morente a puesto toda su vida al servicio de la Verdad y finalmente, por las circunstancias que fuesen, la Gracia operó en él... y posiblemente recordó las palabras que le dijo su hermana Guadalupe en el lecho de muerte: "no te resistas a la Gracia si ésta alguna vez se presenta" (cf. Epílogo de las Obras Completas de Manuel García Morente).
Por traer a colación a su buen amigo Ortega y Gaset cabe decir que la "vida" de Morente era él mismo con sus circunstancias... pero más allá de las circunstancias, o incluso a través de ellas (Dios se sirve de todo)... el Señor derramo su Gracia en el corazón de Morente y el encontró la Verdad que tanto ansiaba.
Estimado Oscar,
ResponderEliminarPara descorchar un principio de amistad, mi nombre es Antonio y soy informático en una entidad de las principales entidades financieras de este país, vivo en Madrid, ahora, ya sabemos un poco más el uno del otro.
Te hago participe, de que yo no conocía ningún trabajo de Manuel Garcia Morente y que la filosofía para mí dista mucho de la realidad laboral que vivo en mi día a día.
Queda claro, que en la vida, la diversidad de opiniones es una de las cosas que le da sustancia, como a un buen caldo. Si los dos estuviéramos de acuerdo o compartiéramos las mismas opiniones, no tendríamos nada de qué hablar.
En la actualidad del siglo XXI y dentro de estos años de crisis que estamos viviendo, las personas agnósticas y no agnósticas, se aferran, a mi parecer, a varias cosas. La religión y el deporte, mis razonamientos sobre esto que te expongo son las siguientes, el crecimiento exponencial de los seguidores religiosos, fuera la que fuera la religión que procese y la cantidad de personas que siguen cualquier evento deportivo (futbol principalmente) que exista en el momento, véase por ejemplo el último partido de futbol jugándose la Copa del Rey. Por si no fuera poco añado a la religión y el deporte, las manifestaciones, cualquier motivo es bueno para ir a una manifestación y desahogarse. Le cuento este razonamiento, pues desde el año 1936 en adelante y hasta casi 1975, en España, teníamos futbol y toros de lunes a domingo y además, cualquier acontecimiento religioso se magnificaba y era seguido por la gente con gran fervor, por ejemplo, nunca se ha vuelto a vivir ninguna Semana Santa, como las que en este periodo de tiempo se vivían. Yo nací en el 66 y alguna Semana Santa he vivido, desde los medios de comunicación, hasta los cierres de lugares de ocio.
Por el motivo anteriormente expuesto, creo que Manuel Garcia, y después de vivir en su persona, lo hechos que relata, cambia su vida y sus creencias, al igual que actualmente está cambiando muchísimas personas que están pasando por un mal momento.
Recibe un cordial saludo y mi agradecimiento por tu contestación.
Salvo que no todas las personas tienen la suerte experimentar un encuentro tan profundo con Dios como Morente. Una experiencia "mística" no es "antes no iba a misa pero ahora sí". Su cambio fue radical por esta experiencia; de tal forma que le condicionó el resto de su vida. En este sentido no es lo mismo buscar refugio en la fe... que encontrarte de frente con la Verdad y ésta te transforme el corazón.
ResponderEliminarPor supuesto que queda descorchado ese principio de amista!
Un saludo.
Muy buenas. Muchas gracias por su excelente artículo.
ResponderEliminarMe gustaría saber quién es ese "José María" al que va destinado en forma epistolar "El Hecho Extraordinario".
Se trata de JOSE MARIA GARCIA LA HIGUERA. En los años cuarenta era el director espiritual del seminario de Madrid. Posteriormente fue obispo auxiliar y llego a ser Arzobispo de Valencia. A él se le debe la fiesta liturgica de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y tambien fundo las religiosas de Cristo Sacerdote. Para profundizar en la figura de Garcia Lahiguera le recomiedo la biografia realizada por Vicente Carcel.
ResponderEliminarEspero habar respondido a su pregunta. He intentado ser muy breve.
Respondida. Muchas gracias
ResponderEliminarReformulo.
ResponderEliminarPerdone que vuelva molestarlo.
Podría decirme quién es el obispo al que dirige la carta de 1930 y que recibe su confesión tras la conversión.
Un saludo y muchas gracias
Leopoldo Eijo Garay, obispo de Alcalá-Madrid. Pero no es en 1930.
ResponderEliminarcierto, la relación entre ambos data de esa fecha
ResponderEliminarEstuve leyendo los diversos comentarios muy atenta. Hoy conocí la historia de Manuel garcia Morente, que doy fe de que es real, a mi me pasó, un dia que lo recuerdo como mi renacer, una nueva mujer nacio a partir de ese momento. La sensación es la misma que la sintió Morente con las particularidades de mi persona. No se lo conté en detalle a nadie más que a mi esposo. No es miedo, ni desconfianza por el qué dirán, sino que voy cautelosa a quién quiera escuchar. Después de esa experiencia no tuve dudas de la existencia de Dios, ni la tendré jamás, a diferencia de Morente yo no venia de sufrir ninguna perdida como para necesitar ese sentimiento y crearmelo.
ResponderEliminarApreciado Óscar,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu enriquecedor blog, que acabo de conocer al buscar en Internet el Hecho Extraordinario de D.Manuel García Morente, y gracias por todos los comentarios en los que incluyes referencias a libros de muy recomendable lectura y que enseguida me dispondré a buscar para poder conocer mejor todo lo que rodea al mismo.
Me gustaría animar a las personas que han tenido experiencias similares, como la última participante, a compartirlas de alguna manera accesible para los demás, aunque entiendo (por propia experiencia) que sensaciones de tal entidad desea uno guardarlas, como el más maravilloso de los tesoros, en la intimidad del corazón para poderlas revivir a través del fervoroso recuerdo (actualización mental y emocional de un suceso de especial trascendencia) y la oración silenciosa (meditación interior en la que se precisa de una total ausencia, no sólo de ruido, sino también de ego).
Un afectuoso saludo y un abrazo en Cristo!
Estimado Pablo,
Eliminarmuchas gracias a ti por visitar el blog y comentar. Este mismo mes estará disponible mi tesis doctoral recién publicada sobre Morente.
Un fuerte abrazo.