Domenico Bartolucci, R.I.P.

Esta semana la iniciábamos con la noticia de la muerte de uno de los grandes de la música sacra –posiblemente el último de la gran Escuela Romana– el cardenal Domenico Bartolucci; cuyas exequias celebramos el miércoles pasado en la Basílica de san Pedro.

¿Qué decir de un genio como el maestro Bartolucci? Su trayectoria lo dice casi todo. Jovencísimo, en tiempo de Pío XII (1952), fue nombrado vicemaestro de la Capella Sistina, que en aquel entonces dirigía el maestro Perosi. A la muerte de este, Bartolucci asumió la responsabilidad de la Sistina, ganándose la confianza del Papa y recibiendo el título de "maestro perpetuo". A partir de aquí sobrevivirá a los pontificados de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. Siendo durante el pontificado de este último (1997) cuando en "extrañas circunstancias" se prescinda de sus servicios achacándo las dificultades de atender a sus responsabilidades como director por la edad, cuando paradójicamente –parece ser– estaba de gira en Japón con los niños de la Sistina. Sin duda, cosas de hombres, no de Dios.

Ante este desagravio público en el que seguro poco tuvo que ver Juan Pablo II, será Benedicto XVI quien reconozca, también públicamente, el talento y el servicio prestado a la Iglesia durante tantísimos años como director y compositor, creándolo cardenal (2010).

Sin duda, como todos los genios, el maestro Bartolucci no ha dejado indiferente a nadie. Así como su música ha sido siempre reconocida y valorada, también en muchas ocasiones sus juicios sobre la reforma del Concilio Vaticano II o incluso la liturgia de Juan Pablo II han levantado numerosas críticas. Sobre esto, no tiene desperdicio la entrevista que le realizaron en 2006 en L'Espresso, donde con toda la libertad del mundo dice que "la crisis litúrgica se agravó más profundamente durante su pontificado [el de Juan Pablo II]. Una vez me fui [durante el ofertorio] diciéndoles : «llámenme cuando se acabe el show»". Leer entrevista completa.  En definitiva, un hombre polémico, pero a la vez venerado.

Con respecto a las exequias en San Pedro... ¿qué decir? Mejor verlo.


Me sorprendió, sobre todo, la ausencia de sacerdotes y obispos, de hecho, se vieron demasiadas filas de sillas vacías; por otra parte, la presencia de cardenales era obvia, él era uno del Colegio. El libreto utilizado era el del "común" de "Santa Messa con il rito delle esequie di un cardinale defunto", por supuesto todo en latín. Una pena que no se incluyesen las lecturas proclamadas –únicos textos en italiano de la celebración– pero resultaba comprensible porque son seleccionadas a discreción del presidente de la celebración. En definitiva, el libro contenía la música propia del la celebración de Exequias del Rito Ordinario: Requiem, Kyrie (XVIII), Psalmus responsorius, Alleluia, Sanctus (XVIII), Agnus Dei (XVIII), Lux aeterna, In paradisum. Ni que decir tiene que sin el Dies irae.

Sobre la música, cabe destacar que no se hicieron muchos alardes, la parte polifónica la interpretó la Capilla Sixtina y las partes gregorianas el Coro del PIMS, institución de la que el maestro fue profesor durante muchos años. Podemos mencionar especialmente: el Kyrie (XVIII) alternatus, un motete de Palestrina en la presentación de dones (Domine, Iesu Christe, Rex glorie) y otro al finalizar el canto de comunión del maestro Bartolucci (O Sacrum Convivium).

Aquí queda la "joya" dirigida por él mismo.





Roma, 15 de noviembre de 2013


5 comentarios:

  1. Hola Óscar , soy Iago el hijo de Hipólito el del bar de Vigo . Mira te quería preguntar si me podrías pasar los textos musicalizados de la misa en español.

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    1. En esta página creo que podrás encontrar lo que me pides: http://www.musicaliturgica.com/
      Un saludo.

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  2. Y el cantoral gallego , hay alguna página interesante??

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