En el mes de octubre, la revista Liturgia y Espiritualidad publicaba este artículo que comparto con vosotros.
De cara a la publicación de la nueva edición del misal en castellano he intentado realizar un ejemplo práctico de la dificultad que supone realizar una traducción equilibrada de los textos litúrgicos.
Lingüística, teología, liturgia y música deben darse la mano y trabajar conjuntamente para ofrecer al conjunto de la Iglesia el fruto de un trabajo lento, pero fiel.
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